¿Pensando en cambiar de proveedor de videovigilancia en tu comunidad?
Una decisión que puede mejorar la convivencia si eliges un servicio que escuche, resuelva y acompañe de verdad
Cuando el sistema de videovigilancia falla, no solo se pierde una herramienta de control: también se resiente la convivencia. Porque detrás de cada cámara hay algo más que cables y grabaciones: hay personas, relaciones y confianza.
Por eso, cambiar de proveedor no es únicamente una cuestión técnica. Es una oportunidad para mejorar cómo vive y se relaciona una comunidad.
Más allá de las cámaras: lo que realmente está en juego
En muchas comunidades, el sistema de videovigilancia se instaló pensando únicamente en la seguridad. Pero con el tiempo, su función ha ido ampliándose: resolver pequeños conflictos, entender lo que ha pasado en un momento dado, evitar malentendidos o dar respuesta a un suceso que nadie vio, pero que dejó rastro.
Sin embargo, cuando ese sistema no está bien gestionado, lo que debería aportar tranquilidad se convierte en fuente de tensiones. Incidencias sin resolver, imágenes inaccesibles, mantenimiento deficiente… Todo recae en el/la administrador/a o en el/la presidente/a, y se genera una sensación constante de insatisfacción.
En segurikus lo vemos cada día: las comunidades no necesitan solo cámaras, sino una gestión cercana, profesional y comprometida con la convivencia. Por eso, cambiar de proveedor puede ser un paso importante para recuperar la confianza entre vecinos y facilitar el trabajo de quien está al frente de la comunidad.
¿Por qué se plantea una comunidad el cambio?
Las razones suelen acumularse poco a poco: una incidencia mal resuelta, una cámara que no graba, una solicitud ignorada o un trato distante. El problema no suele estar en la tecnología, sino en la falta de implicación humana. Estos son algunos de los motivos más habituales:
- Falta de claridad en la gestión del sistema.
- Nula atención a las necesidades reales de la comunidad.
- Ausencia de mantenimiento y revisiones.
- Dudas legales no resueltas.
- Imágenes borrosas o mal ubicadas que no sirven para aclarar nada.
Y, sobre todo, la sensación de que “el proveedor no está cuando se le necesita”.
Un cambio de proveedor es un nuevo comienzo si se hace bien
No se trata de sustituir cámaras por cámaras. Se trata de replantear cómo se gestiona el sistema de videovigilancia para que sea una herramienta real de convivencia y no solo un elemento disuasorio.
Cuando una comunidad decide confiar en segurikus, el proceso empieza con una escucha activa. Queremos entender qué ha pasado, qué se necesita y qué se espera. A partir de ahí, ofrecemos soluciones a medida, basadas en tres principios:
1.- Escuchar antes que actuar: Cada comunidad es distinta. Hay edificios tranquilos y otros con más actividad; comunidades grandes con múltiples accesos y otras pequeñas con problemas puntuales. Por eso, no proponemos paquetes cerrados. Analizamos y proponemos en función de las personas, no del catálogo.
2.- Tantas cámaras como sean necesarias, bien gestionadas: Ni más, ni menos. Nuestro enfoque se basa en cubrir bien sin invadir. Instalamos únicamente lo que es útil y lo mantenemos siempre operativo. Y lo más importante: nos encargamos de que el sistema se use de forma legal, responsable y transparente.
3.- Un actor neutro que ayuda a resolver, no a opinar: segurikus no toma partido ni alimenta conflictos. Somos un agente imparcial que custodia los datos con rigor, y los facilita cuando realmente es necesario. Y lo hacemos con discreción, profesionalidad y acompañando al/la administrador/a en todo momento.
El valor añadido que muchas comunidades no sabían que necesitaban
Cambiar de proveedor permite corregir errores pasados, pero también abrir la puerta a un servicio que va mucho más allá de lo que ofrece una empresa estándar. En segurikus, no solo garantizamos el funcionamiento técnico. También:
- Ayudamos a explicar a los vecinos/as el nuevo sistema.
- Documentamos todo legalmente (registro de accesos, contrato de encargo, responsables del tratamiento…).
- Asesoramos sobre el uso legítimo de las imágenes.
- Proponemos mejoras si detectamos usos inadecuados de las zonas comunes.
- Acompañamos al/la administrador/a con un interlocutor claro y siempre disponible.
En definitiva, nos implicamos en la buena gestión del día a día. No únicamente cuando hay un problema, sino también cuando todo va bien.
Evita estos errores al hacer el cambio
Aunque cambiar de proveedor es positivo, hay errores que conviene evitar para que el proceso no genere más tensión:
- Elegir por precio sin valorar la calidad humana y técnica del servicio.
- No revisar el contrato anterior (puede haber penalizaciones o cláusulas de permanencia).
- Cambiar sin comunicarlo bien a la comunidad.
- Instalar un sistema nuevo sin actualizar la documentación legal.
Un buen proveedor como segurikus se encarga de todo esto desde el principio. Y lo hace con transparencia, para que el cambio no sea una carga, sino un alivio.
segurikus: cámaras que previenen, gestión que cuida
En segurikus lo tenemos claro: instalamos cámaras, sí, pero sobre todo construimos relaciones de confianza. Porque sabemos que, en una comunidad, prevenir es tan importante como resolver. Y que lo que marca la diferencia no son los dispositivos, sino cómo se gestionan.
Por eso trabajamos codo a codo con administradores/as y vecinos/as, sin prisas ni excusas, con profesionalidad y cercanía. Cuando una comunidad confía en segurikus, recibe más que un sistema de videovigilancia: gana tranquilidad, respaldo y claridad en momentos en los que todo parece confuso.

