Cómo la videovigilancia ha redefinido la seguridad en las comunidades en 2024

El 2024 nos dejó importantes lecciones sobre la importancia de modernizar la seguridad en las comunidades de propietarios. Descubre por qué la videovigilancia es clave para prevenir problemas y garantizar un 2025 lleno de tranquilidad.

El 2024 ha destacado la importancia de adoptar tecnologías como la videovigilancia para responder a un contexto cambiante en materia de seguridad. Este año ha evidenciado una mayor sofisticación de los delincuentes, un incremento de la conflictividad social y la insuficiencia de medidas tradicionales de protección en las comunidades de propietarios.

Factores que han marcado el 2024

Diversos factores sociales, económicos y tecnológicos han definido los retos de seguridad en España:

1. Incremento de la movilidad y la actividad económica: La recuperación económica postpandemia ha incrementado la ocupación de viviendas y el turismo, generando más oportunidades para robos y actos vandálicos.

2. Tensiones sociales: La inflación y los conflictos laborales han intensificado las disputas vecinales en comunidades densamente pobladas.

3. Aumento del vandalismo: La falta de ocio estructurado y una vigilancia insuficiente en espacios comunes han favorecido el crecimiento de actos vandálicos en zonas urbanas.

4. Criminalidad organizada: Bandas delictivas han utilizado tecnología avanzada para vulnerar medidas de seguridad en comunidades con sistemas obsoletos.

5. Cambio en los patrones residenciales: El teletrabajo y la alta rotación de inquilinos han dificultado el control y el conocimiento mutuo entre vecinos.

Datos que respaldan el contexto

Según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, España registró en 2024 un aumento del 3% en la criminalidad respecto al año anterior. Mientras los robos con violencia o intimidación disminuyeron ligeramente, las sustracciones de vehículos crecieron un 2,5%.

Y, aunque quede un poco lejos del radio de acción de segurikus, País Vasco y Cantabria, a nivel regional y, tal y como informaba recientemente la Cadena Ser, los municipios del sur de Madrid han experimentado un preocupante aumento de cerca de un 125% en los robos con fuerza en viviendas crecieron, pasando de 69 a 155 casos.

Videovigilancia: herramienta clave en seguridad

Ante este panorama, la instalación de sistemas de videovigilancia en las comunidades de propietarios del sur madrileño se ha consolidado como una medida efectiva para mejorar la seguridad. Las cámaras no sólo actúan como elemento disuasorio frente a potenciales delincuentes, sino que también facilitan la identificación y posterior detención de los infractores en caso de que se produzca un delito.

Un caso ilustrativo es la reciente sentencia del Tribunal Supremo (STS 1399/2024, de 23 de octubre de 2024), que avala la decisión de una comunidad de propietarios de instalar cámaras en las zonas comunes del edificio para proteger la seguridad de los vecinos y sus bienes.

La demandante alegaba, como se puede leer en El País del 29 de octubre, una vulneración de su derecho a la intimidad; sin embargo, el tribunal consideró que la medida era proporcional y estaba justificada por la existencia de actos vandálicos previos.

Aspectos legales a tener en cuenta

Para garantizar la legalidad de la videovigilancia, las comunidades de propietarios deben cumplir con la normativa vigente:

• La instalación requiere aprobación por mayoría cualificada en la junta de propietarios, según la Ley de Propiedad Horizontal.

• Las cámaras solo deben captar zonas comunes, respetando la privacidad de las viviendas particulares.

• Es fundamental asegurar que su uso sea proporcional y necesario, ajustándose a los principios legales.

Claves para un 2025 más seguro

De cara al próximo año, es recomendable que las comunidades de propietarios consideren las siguientes acciones para fortalecer la seguridad:

1. Evaluación de riesgos: realizar un análisis de las vulnerabilidades específicas de la comunidad para determinar las medidas de seguridad más adecuadas.

2. Instalación de sistemas de videovigilancia: implementar cámaras en puntos estratégicos, como entradas, salidas y zonas comunes, asegurando el cumplimiento de la normativa legal vigente.

3. Mantenimiento y actualización: garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad mediante revisiones periódicas y actualizaciones tecnológicas.

4. Concienciación vecinal: fomentar la participación y colaboración de los vecinos en la vigilancia comunitaria y en la adopción de medidas preventivas.

5. Asesoramiento profesional: contar con empresas especializadas, como segurikus, que ofrecen soluciones personalizadas y asesoramiento integral en materia de seguridad.

A modo de conclusión

El 2024 ha sido un año que ha subrayado la necesidad de modernizar las medidas de seguridad en las comunidades de propietarios.

Los datos reflejan que la adopción de tecnologías como la videovigilancia no sólo previene delitos, sino que también mejora la convivencia y la calidad de vida.

Con la ayuda de segurikus, una planificación adecuada y el compromiso vecinal, 2025 puede ser un año más seguro y tranquilo para todos.